Hace años que perdí la esperanza de llegar a mi casa y encontrarme con una agradable sorpresa, o que me dieran una bonita sorpresa durante el transcurso de la tarde.
Al contrario, siempre me llegan malas noticias ya que estoy en mi casa.
Por eso a veces ni quiero llegar, porque nunca se sabe que puede estarme esperando al llegar a casa.
Hace 2 días
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